Literalmente, Osvaldo Jaldo siente que está en el ojo del huracán. Está en la zona más calma de la tempestad de los vientos peronistas que, desde la madrugada, despotrican por la decisión del gobernador tucumano de firmar el dictamen de mayoría que le allana el camino a la Ley Ómnibus, impulsada por el presidente Javier Milei. El voto del diputado nacional de Unión por la Patria, Agustín Fernández, en favor de aquel dictamen dejó al aguilarense en la soledad de una oposición que resiste el ajuste de la Casa Rosada.
Traidor ha sido la palabra que más se escuchó en el peronismo. Tanto desde el escenario del sindicalismo que se montó en la Plaza de los Dos Congresos, como puertas adentro del Partido Justicialista. Las mismas críticas inundaron las redes sociales haciendo blanco también en el gobernador de Tucumán. “No me roza. Mi trayectoria habla de mí, de una militancia en el peronismo que creció durante los 40 años del retorno de la Democracia a la Argentina”, dice Jaldo desde Buenos Aires a LA GACETA como una manera de atajarse de los embates verbales. “No me van a pasar el peronómetro. Mis convicciones siguen intactas y vamos a avanzar por los intereses de Tucumán, más allá de las ideologías, porque este no es un año de elecciones”, continúa el mandatario.
Lejos de pasar por un período de tensión, el tranqueño afirma que está tranquilo por la decisión que adoptó. En ese aspecto, defendió con fuerza a “Tin” Fernández y, frente a los cuestionamientos generalizados de sus pares, indicó que eso significó la creación de un nuevo bloque en la Cámara Baja, con Fernández a la cabeza y acompañado por Gladys Medina y por Elia Fernández de Mansilla. Pablo Yedlin y Carlos Cisneros continuarán dentro de la bancada de Unión por la Patria. La nueva estructura funcionará como un interbloque. “Lo armamos para defender a Tucumán”, explicó el mandatario. “Creo que la Argentina, en general, y Tucumán en particular necesitan mejorar y esto se logra a través del diálogo. Vamos a sostener esta postura y dar los pasos que sean necesarios para hablar con las autoridades nacionales y con los gobernadores, pero siempre cumpliendo con Tucumán”, continuó.
Desde hace varias semanas, el Gobierno provincial viene dialogando con las autoridades nacionales para evitar que la Ley Ómnibus avance contra las economías regionales. “Ellos accedieron a dejar de lado la derogación de la Ley del Azúcar; nosotros cumplimos con la palabra. Dijeron que iban a sacar los aranceles al limón y sus derivados; cumplimos con nuestra palabra. Se está rediscutiendo la situación del bioetanol, que también hemos planteado. Y hasta analizamos obra por obra, las que se pueden terminar, como así también la situación fiscal; todo a través del diálogo y la colaboración mutua”, enumeró el gobernador.
El mandatario tucumano sostuvo que continuarán dentro de lo que se ha denominado la oposición dialoguista. En su entorno creen que en Unión por la Patria hay consenso para castigar a él y al diputado que firmó el dictamen. No le teme a las sanciones porque, a su entender, esta situación terminará favoreciendo al conjunto de las provincias.