Persecución y «Cacería de Brujas» en el Ballet Clásico de la Provincia: Tras los reclamos luego de la última función, la Directora pide sanción disciplinaria para las y los bailarines

Luego de la protesta realizada por bailarines y bailarinas del Ballet Clásico de la Provincia, en reclamo por mejora de condiciones laborales, la Directora del cuerpo, Mercedes de Chazal, inició un expediente solicitando sumario y sanción disciplinaria, para quienes participaron del reclamo realizado al concluir la función que tuvo lugar el pasado 17 de diciembre.

Cabe destacar que el reclamo realizado, el cual consistió en el levantamiento de pancartas, en el cual denunciaron «vaciamiento cultural, «arte sin presupuesto» y exigieron «dignidad laboral» y «desprecarización de la danza», se llevó a cabo una vez concluída la función del 17 de diciembre,  en el momento del saludo final  y recibió la ovación del público presente. Denunciando y exigiendo  los y las bailarines.

Pese a que la protesta pacífica no implicó en ningún momento el quite de colaboración, ni modificó las tareas y obligaciones por parte de los y las bailarinas que trabajaron normalmente en la función del día siguiente, la Directora De Chazal justificó el pedido de sanción disciplinaria  y sumario administrativo, argumentando «el daño causado y la falta de respeto a la institución».

Un detalle qes que en el expediente iniciado, la Directora De Chazal, adjuntó capturas de pantallas de bailarinas que difundieron el reclamo en sus cuentas personales de Instagram. Incluso, De Chazal adjuntó capturas de la nota difundida por este Diario, que fue uno de los pocos que se hizo eco del reclamo.

Quizas lo más grave de esta maniobra persecutoria, es que la Secretaria General del Ente de Cultura, Ana Lía Carbonell (mano derecha, brazo ejecutor  y administratizo del Presidente del Ente, Martín Ruiz Torres),  avaló la «cacería de brujas», dándole curso al expediente en el cual se  intimó a las y los bailarines a que amplíen y fundamenten las razones del reclamo.

Con el expediente en curso y la voluntad de la Directora De Chazal de castigar a quienes se manifestaron, la investigación sumaria y la actuación administrativa podría concluir con el apercecibimiento, la suspensión, la cesantía o la exhoneración de las y los bailarines que optaron por  ejercer el derecho a la protesta, sin quite de colaboración y garantizando la normalidad de las funcionas programadas. Sin duda alguna, el accionar de la Directora De Chazal,  nos remonta a la época más oscura de nuestro país, cuando la ciudadanía y la clase trabajadora, no tenía garantizada el ejercicio de sus derechos consagrados en la Constitución Nacional.

 

 

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