La Cámara de Diputados convirtió en ley este jueves por amplia mayoría el proyecto de sostenibilidad de deuda pública que establece que los acuerdos de financiamiento con cualquier organismo internacional, deberán ser aprobados por una ley del Congreso Nacional.
La sanción de la iniciativa contó con el respaldo de 233 votos que fueron aportados por el del Frente de Todos, Juntos por el Cambio, los interbloques Federal, el Movimiento Popular Neuquino, y Acción Federal, en tanto que los dos monobloques de izquierda rechazaron la propuesta.
Además se abstuvieron el referente de la Corriente Clásica y Combativa y diputado del Frente de Todos, Juan Carlos Alderete, y la legisladora del Pro María Piccolomini.
Juntos por el Cambio votó en contra del articulo primero y tercero porque pidió cambios de redacción que el oficialismo no aceptó como lo había anticipado ayer cuando se discutió el proyecto en comisión.
Por otra parte, el plenario legislativo sancionará este jueves un proyecto para promover la industria de la construcción para obras privadas, con el otorgamiento de incentivos fiscales y rebaja de impuestos para los ciudadanos que hayan blanqueado sus fondos que tienen en el exterior.
En cuanto a la iniciativa aprobada, determina que “la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional de cada ejercicio deberá prever un porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones autorizadas para ese ejercicio”.
En ese sentido, el texto establece que toda emisión de ese tipo que supere dicho “porcentaje requerirá de una ley especial del Congreso que la autorice expresamente”.
«…anhelamos que esta ley, en el marco de un nuevo pacto social en el que debe basarse la reconstrucción del país, resulte un punto de partida para un elemento constitutivo clave: el del NUNCA MÁS a los procesos de fuga y endeudamiento».https://t.co/Urm0os89zI
— Fernanda Vallejos (@fvallejoss) February 11, 2021
En el artículo segundo, el proyecto dispone que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley” del Congreso “que lo apruebe expresamente”.
Al abrir el debate, el presidente de la comisión de Presupuesto de la cámara baja, Carlos Heller (Frente de Todos) sostuvo que con esta iniciativa el Congreso “aprobará un plan rector que dará certezas y confianza a la ciudadanía”.
“Es un gran paso para ir consolidando y afianzando la institucionalidad. Va a marcar un hito en la historia legislativa de nuestro país, en lo que tiene que ver con el endeudamiento”, agregó.
Para la diputada nacional, Fernanda Vallejos, presidenta de la comisión de Finanzas de la Cámara baja, se trata de un tema “central” en la agenda del país y sostuvo que la iniciativa constituye “un resguardo poderoso”, a la vez que destacó el anhelo de “que esta ley resulte un punto de partida para un elemento constitutivo clave: el Nunca Más a los procesos de fuga y endeudamiento”.
“Nuestro gobierno vino a saldar el desastre de la anterior crisis de deuda que había terminado en el default de 2001; y además se había construido un hito histórico como fue el de habernos quitado de encima el lastre que significaba la tutela del FMI”.
Desde la oposición, el vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina dijo expresó el acompañamiento del PRO al entender que “hay que darle más atribuciones al Congreso”.
De todos modos, el legislador opositor por Santa Fe anticipó que ese interbloque votará en contra del artículo primero y en el tercero”, al considerar que se contradicen con la ley de Administración Financiera.
En ese sentido, el radical Luis Pastori señaló que al establecer en el proyecto que en el caso del endeudamiento en dólares no se puede destinar a gastos corrientes con lo cual “se podría entender que está permitiendo que la deuda pública interna, la que se emite en pesos y se puede pagar en el país, si pueda ser destinada a pagar gastos corrientes”.
“Nuestro gobierno vino a saldar el desastre de la anterior crisis de deuda que había terminado en el default de 2001; y además se había construido un hito histórico como fue el de habernos quitado de encima el lastre que significaba la tutela del FMI”.
El presidente del Interbloque Unidad y Equidad Federal, José Luis Ramón, afirmó que el proyecto de sostenibilidad de la deuda “es un enorme paso” para la Argentina con la mirada puesta en que el “el Congreso recupere sus funciones y su poder”
“La única manera de lograr estabilidad es con acuerdos serios y volviendo a un equilibrio entre los poderes. El Congreso tiene que recuperar sus funciones y su poder”, afirmó.
En tanto, el diputado de izquierda, Nicolás del Caño, dijo que este proyecto “es una verdadera impostura. Hace que el Congreso actúe como una escribanía que dé garantía a todas las operaciones de deuda en jurisdicciones extranjeras”.
A su vez, la legisladora del Movimiento Popular Neuquino, dijo que “estamos reforzando la división de poderes plasmada en el artículo 75 de nuestra Constitución Nacional, poniendo al Poder Legislativo en un rol central en temas de endeudamiento”.